Mi enfoque

La psicoterapia se fundamenta en el trabajo con la palabra.
En la consulta, encontrarás calma en un ambiente de absoluto respeto y libre de juicios, en el que podrás expresarte sin tapujos ni miedos.

Conversando, podrás conocerte mejor, hacerte las preguntas adecuadas y encontrar las respuestas que permitan potenciar todos los aspectos de tu vida, más allá del conflicto actual.
Trabajo desde un enfoque integracionista, lo que implica considerar aportes de distintas corrientes psicológicas de una manera coherente y adaptada a cada consultante en particular.
Este enfoque es el resultado de mis años de experiencia. He aprendido a navegar entre discursos en pugna e integrarlos sin ajustarme a ninguna postura dogmática o ideal.

No creo que existe un modelo de psicoterapia único que sea válido para todos por igual.
Por eso, tú serás la protagonista de tu propio cambio. El proceso psicoterapéutico se adaptará a tus necesidades reales, de acuerdo con tu personalidad, las características específicas de tu problema

y tu contexto actual.
A su vez, la perspectiva de género me atraviesa como mujer y como profesional

de la salud y del cuidado.

Esto implica cuestionar y revisar permanentemente el contexto social del que se proviene y cómo éste influye en nuestro malestar y en nuestra interpretación de la realidad.
Mucho de lo que nos aqueja como mujeres es causado por esta forma de organización social en la que estamos inmersas, por los mandatos y roles rígidos o estereotipados que se nos impone

y limitan nuestro pleno desarrollo.
Mi práctica se esfuerza en encontrar el sentido a este padecimiento, legitimar nuestras quejas,

visibilizar y reconocer la desigualdad y las violencias sufridas.

La mirada feminista más amplia e inclusiva se propone desde la construcción de un

vínculo terapéutico horizontal e igualitario, en la que tú serás agente de tu propia vida.

Con mi ayuda y acompañamiento, conseguirás desarrollar los recursos internos

y desplegar todo tu potencial para vivir la vida que deseas.